Sustituir la bañera de un baño por un plato de ducha es algo que, por comodidad, se ha convertido en una de las pequeñas reformas más frecuentes en las viviendas. También se da el caso de propietarios que quieren reemplazar el plato antiguo por uno nuevo, más moderno y de alguno de los muchos materiales que desde hace unos años se comercializan en el mercado. En cualquier caso, es muy útil saber qué errores debemos evitar a toda costa a la hora de colocar un plato de ducha en nuestro baño. Esperamos que estos 5, que están entre los más comunes, te ahorren pérdidas de tiempo y posibles disgustos posteriores a la instalación.
1. Olvidar la limpieza de las piezas de PVC
Una vez limpiada la zona en la que estaba colocada la antigua bañera, tendremos un punto en el suelo en el que se localiza el punto de desagüe del suelo. Éste se une a la válvula del plato nuevo mediante un tubo, que en muchas ocasiones es flexible. Además de respetar la pendiente de caída para facilitar la bajada del agua, debemos limpiar ambas zonas, el punto de desagüe y la válvula, con un producto de limpieza especial para tubos de PVC. Además se recomienda utilizar un adhesivo específico para este tipo de termoplástico.
2. No asegurar que no haya pérdidas de agua
No entra dentro de lo habitual, pero es posible que se produzca una pérdida de agua cuando el líquido entre en el bote sinfónico si tiene holguras o se ha producido alguna rotura. Cuando vayas a realizar la instalación de éste y a conectarlo con el punto de desagüe del suelo, comprueba que no es el caso introduciendo agua en él.
3. Utilizar una capa de arena poco o demasiado espesa
La capa de arena sobre la que colocaremos el cemento, y posteriormente el propio plato de ducha, debe tener un grosor de unos 25 milímetros. Recuerda que, antes de extenderla con la llana de manera uniforme, es imprescindible resguardar el desagüe para evitar que la arena penetre en él. Para ello bastará con cubrirlo con una bolsa de plástico.
4. No asentar el plato de ducha de manera estable
Una vez esparcida y colocada la arena y el cemento sobre la superficie que servirá de asiento al plato de ducha, llegará el momento de colocar el plato de ducha. Comprueba, antes de humedecer el cemento o el adhesivo de masilla de poliuretano, que se asienta de forma estable y utiliza, si lo ves necesario, un nivel para comprobarlo. Sin llegar a pegarlo de forma definitiva, puedes colocarlo una vez, asentarlo y retirarlo; la parte inferior del plato te dará una buena pista sobre en qué zonas debes verter más cemento. Verifica, después, que los ángulos del plato están bien aplomados.
5. No sellar la unión entre el plato y el suelo
En el caso de colocar un plato de ducha a ras de suelo, cobra especial importancia el hecho de sellar la zona que se encuentra entre el plato y el resto del suelo. Para ello puede utilizarse silicona. Este tipo de ducha es muy estético y se instala cada vez más, pero si no se tiene este aspecto en cuenta se corre el riesgo de que haya filtraciones y humedades que pueden dañar los materiales y causar serias molestias.